El cabello, como la piel, tiene memoria y participa de nuestras funciones vitales. Va guardando información de cómo nos sentimos, cómo nos alimentamos, lo que bebemos, si nos medicamos o no, y la forma en la que lo tratamos directa o indirectamente. Todo ello nos lo manifiesta en su aspecto.
Uno de los elementos que más peso específico tiene en nuestra forma de sentirnos guapas y seguras es el cabello. Hay un estudio reciente realizado por una gran firma cosmética, que nos descubre que, si el cabello está quebradizo, tenemos miedo a acariciarlo lo que genera inseguridad. Es por ello que hoy te informo de cómo mimarlo y conseguir la melena deseada.
La ciencia cosmética tiene una evolución increíble y se alía con los expertos peluqueros que le demandamos más y mejores soluciones para las necesidades de nuestros clientes.
Pero es imprescindible, para llegar a descubrir la mejor solución a cada caso personal, hacer un buen diagnóstico. Al igual que el médico necesita la colaboración del paciente para descubrir en profundidad la patología que padece, así el cliente y su peluquero necesitan un gran momento de comunicación. Hacer un estudio y análisis de las preocupaciones y necesidades, tanto físicas como estéticas. Actualmente hay muchísima información y propuestas que no siempre son todo lo reales que parecen, tristemente el afán de vender lleva en muchos casos a hacer trabajos, arriesgando la salud presente y futura del cabello. Cosa totalmente innecesaria, ya que cada vez hay más respuestas y mejores soluciones.
El otoño nos presenta tres frentes de sensibilidad y preocupación de los que quiero hablarte. La caída del cabello, y como consecuencia el afinamiento de la melena, es un problema bastante común en la actualidad. Nuestra forma de vida tan rápida genera estrés, que se traduce en efectos físicos, como bajada de defensas, elevación de los niveles de cortisol en sangre y falta de oxigenación adecuada. También una alimentación precipitada nos lleva a carencias de elementos principales que conforman las células, y dan vida al cabello.
Es por ello que, para cuidar de él, además de la aplicación de tratamientos anticaídas que los hay muy buenos, deberíamos introducir alimentos ricos en azufre, como el brócoli, el puerro y el repollo. Las verduras de hoja verde contienen hierro, que es esencial para evitar el afinamiento y la debilidad de cabello, así como el calabacín y los champiñones ricos en potasio que previenen la caída. El pollo y el pavo aportan buena dosis de hierro. El atún y las sardinas también. Frutas como la piña y el coco tienen alto contenido en azufre. Y, por supuesto, las legumbres como fuente de hierro y ácido fólico, esencial para el folículo piloso.
Hacer ejercicio para oxigenarse bien, además, aporta bienestar mental, lo que es muy beneficioso para la salud del cabello. En definitiva, te cuidas tú, y cuidas la vida de tu cabello desde el interior.
Otro de los grandes problemas, que genera lo anteriormente citado, son las sensibilizaciones de la piel del cuero cabelludo, lo que se traduce en zonas irritadas, caspas, descamaciones, incluso heridas. Si como ya he dicho, cuidarse desde dentro es esencial, además hay tratamientos que consisten en una limpieza profunda para desintoxicar la piel, más aplicación de mascarilla efecto calmante, y además aporte de elementos nutrientes anti descamación, a través de un microdifusor que facilita la penetración del activo y la relajación de la piel.
La preocupación de la ofuscación del cabello con el efecto de cabello encrespado es otro tema y me gustaría tratarlo en profundidad, porque los tratamientos son muy diversos y de muy diferentes resultados, y estas líneas no dan para más. Nos encontramos en el próximo número. Y recuerda, si quieres hacerme alguna consulta puedes escribirme a ino@inopeluquerias.com .