Como si de la caja de Pandora se tratara, la temporada de moda otoño-invierno abre los escaparates al deseo de cambio. Empieza una nueva oportunidad para apostar por renovar el estilo. Frente a un armario al que le agotamos las posibilidades de combinaciones en la temporada anterior, se abre un sinfín de prendas atractivas que nos provocan deseo de poseerlas.
Un dilema nos asalta, qué reciclar y qué dejar para poder combinar con lo nuevo. Ya no cabe nada más en el armario, y te pones como condición que una prenda nueva sustituya a otra ya pasada. Al final retirasmenos de lo que pensabas, por si acaso la necesitas o porque simplemente te da pena. Se dice que la moda es efímera y caprichosa pero en realidad, lo que la hace así es nuestra necesidad de ideas y cosas nuevas.
El abanico de propuestas de moda es tan atractivo como diverso, se impone el total look, sea de la década que sea. La moda vuelve sobre sí misma, desde los años cincuenta a los noventa, cada década se recrea detalle a detalle, sin mezclas. La innovación está en los tejidos, la combinación de colores, rayas, cuadros y “prints” florales se contraponen para crear mezclas atractivas que hasta ahora eran menos frecuentes. Chalecos de pura lana con camisas de muselina y puños de seda, con pantalones bombacho al más puro estilo ingles. Abrigos azul pastel de corte recto, y faldas a media pierna de dibujos geométricos, procuran una imagen alegre frente al oscuro invierno. Falsaspieles en colores divertidos ponen un aire de modernidad, y vuelve el pantalón pitillo esta temporada en el siempre elegante y calido “tweet”.
El calzado juega a dos bazas. Por una parte tenemos la vuelta a la puntera y el tacón fino; y por otra, a un zapato en la que su estructura recuerda a los “tong” japoneses con cierto aire industrial en sus suelas de caucho tosco y pielesgruesas y contundentes con una inequívoca de modernidad.
El cabello se hace protagonista de la imagen, gracias al atrevimiento de actrices icónicas como Paz Vega, que nos demuestra hasta qué punto un pelo corto puede ser terriblemente femenino; o la jovialidad y el desenfado que puede suponer apostar por una melena francesa, como la reina Letizia y otrasmuchas actrices, que han descubierto hasta qué punto su cabello le permite mostrar una imagen que les singulariza, respecto de la eterna imagen de las melenas rubias de la alfombra roja.
Los complementos nada aptos para tímidas, la premisa es no pasar desapercibida, tacones de metacrilato, botas altas adornadas de flecos, molduras de gafas de formas arquitectónicas y colores indiscretos, bolsos de charol y pieles “print” en todo tipo de formas que lo hacen una pieza de estilo muy atractivo. Elegir es el reto.
Para hacer hueco en el armario, te propongo retirar aquello que no has usado en los últimos cuatro años, excepto piezas “fondo de armario” de las que hablaremos en el próximo número.