El estilismo de tu boda se va a completar con aquellos elementos, y en el orden de importancia que tu gusto, convicciones e influencias, vayan imponiendo hasta el mismo día del evento. Por eso, y en la parte que conozco bien, permíteme aportar datos que pueden ayudarte en tus decisiones.
Hablar de asesoría de imagen personal para una boda da para un libro, por eso me limitaré a algunos detalles que considero más esenciales. El punto de partida importante es decidir qué carácter le vais a dar al evento; el concepto de gusto y estilo suele fascinar a muchos, pero no siempre se tiene claro los elementos que lo componen.
El cómo vestirse debería ir en consonanciacon el marco que hayáis decidido. Todo cambia si es religiosa o laica. Si austera, o por el contrario será espléndida; si protocolaria o informal; campestre o cosmopolita. Según esto, ya podemos empezar a definir el paso siguiente, el atuendo.
Si eres el novio y la boda tiene protocolo de chaqué, esmoquin o frac, deberías pensar en la estatura y la corpulencia que tengas para, sin perder el aire sobrio que queréis dar, te sientas favorecido con lo que mejor se adapte a ti. Una chaqueta demasiado larga no es buena idea en poca estatura y cuerpo ancho. Un esmoquin resulta más favorecedor. Si el estilo es informal y optas por un traje, mira también las proporciones de la chaqueta, y el ancho del pantalón, en función de tu corpulencia. Si estás muy musculado, conviene elegir también chaleco con el traje, preferiblemente oscuro para equilibrar la figura.
Para el peinado y la barba, te aconsejo que seas fiel a tu estilo habitual, a veces se cae en el error de arreglarse demasiado para ese día y dejas de ser tú. Piensa que las fotos te acompañarán siempre. El cabello conviene cuidarlo, ir manteniendo la forma con la que te veas guapo y hacer una puesta a punto 15 días antes de la boda. El mismo día será sólo para lavarlo con cariño, para que dure limpio hasta que acabe la fiesta, y limpiar cuello y patillas. Si tienes barba, también se ha de arreglar entre 15 días, una semana o dos días antes, depende del modelo de barba que uses y la frondosidad del pelo. Tu peluquer@ te aconsejará.
Si eres la novia, y quieres darle a tu arreglo el estilo que quieres imprimirle a tu boda, ya sea sobrio, más romántico o más desenfadado, a la hora de elegirtu vestido, lo primordial es que te sientas guapa con él, eso por supuesto, pero es importante el volumen del modelo visto globalmente, es decir observa las proporciones de tu figura desde el cuello hasta el largo, a veces nos dejamos llevar por lo que se lleva y no somos conscientes del equilibrio de volúmenes entre cabeza, hombros y cuerpo. Lo ideal es crear una armonía bonita, entre el modelo del peinado y los volúmenes del resto de la figura que crea el vestido. Una novia alta y corpórea, con un vestido de falda abullonada, y recogido sin volumen, puede dar imagen de cabecilla pequeña. También resulta desproporcionada una figura de cuerpo pequeño con un peinado voluminoso en extremo.
Un detalle importantísimo a tener en cuenta para una bonita imagen, una piel cuidada y luminosa es el mejor seguro de un maquillaje duradero, y ponerse en manos de profesionales que sepan dejarte una expresión con la que aparezcas en tus fotos, con una imagen fresca y juvenil, que no es tan fácil como parece.
Los recogidos son muy favorecedores si están bien hechos, dan clase y realzan el estilismo del vestido, se trata de tener estilo no de parecer una actriz caracterizada para un capítulo de Velvet. Y desde luego para estar impecable desde la primera foto hasta la última, lo natural y desenfadado no tiene que estar reñido con un trabajo duradero. Tus fotos darán prueba de ello.