Dice un amigo mío que la felicidad es la interpretación adecuada de la realidad, y probablemente esté en lo cierto, porque cada uno hemos de afrontar la vida de forma muy diferente, aún en situaciones aparentemente iguales. Por ejemplo, para unos, mayo es el mes de las flores, y para otros es el mes de las alergias. Unos lo disfrutan y otros lo sufren.
A muchos nos encanta el sol y el calor, bien es cierto que a una mayoría, pero hay muchas otras personas que sufren esta circunstancia pasándolo verdaderamente mal, con sensación de decaimiento y apatía, la temida astenia primaveral.
Lo que sí es igual para casi todo el mundo es que mayo, y la primavera en general, es una de las épocas de cambio estacional en la que el cuerpo ha de adaptarse a más transformaciones. La luz y el sol nos aportan más optimismo, y nos motivan para hacer actividades al aire libre, lo que hace que los cuerpos estén más ágiles y nos sintamos mejor, incluso más guapos.
La otra cara de la moneda es la prevención que hemos de tener para el cuidado de nuestra salud, en esas exposiciones al sol primaveral que, aparentemente, no quema y por eso no tomamos las precauciones adecuadas.
Me vais a permitir indicaros, a modo de recuerdo, ya que estoy segura de que muchas cosas ya las sabéis, una pequeña lista de cuidados esenciales para lucir una piel, cabello y cuerpo saludables, y preparados para el verano.
El sol nos envía los temidos rayos UVA, pero no hemos de olvidar que también es un aporte necesario de vitamina D, necesaria para fijar el calcio en los huesos y evitar el raquitismo en los niños. Por lo tanto, tomarlo sí, pero con la protecciónadecuada.
Para la piel, es recomendable cambiar la crema habitual de día por otra que contenga factor de protección, ya que, aunque trabajemos en espacios interiores, la exposición al andar por la calle, estar en alguna terraza, tan habitual ahora, o pasear, ir en bici, etc, nos afecta a la piel sin darnos cuenta. Así evitaremos el envejecimiento prematuro, las terribles manchas y haremos la prevención adecuada al temido melanoma.
Si queremos mantener el cabello cuidado evitando la deshidratación, la pérdida de brillo o de color, por la ya referida exposición al sol de primavera, yo recomiendo sacar del armario los protectores que os quedaron del verano, y aplicarlos cuando salgamos apasear o al practicar deportes al aire libre.
Por supuesto, en piscina cubierta, lo haremos en cualquier temporada, ya que suelen contener un elevado nivel de cloro. Y para quién sea adicta a las coletas, cuidar que la goma resulte lo menos fina y agresiva, para no guillotinar el cabello de medios y puntas, que es el más sensibilizado. Ah, y aplicar el protector antes de hacer la coleta.
La piel de los pies y las manos también participan de esa luz solar y es recomendable empezar haciendo una buena exfoliación para eliminar las células muertas, y aportarle hidratación profunda, para que luzcan sanos.
Si hay propensión a manchas, utilizar como crema de manos un protector solar.
¡Que disfrutéis de esta preciosa primavera!