Empezar el año hablando de futuro es casi obligado, y nada como los niños para representarlo de la forma más alegre y esperanzadora. Nacen posando, son modelos de excepción desde la cuna y se van haciendo expertos con las clases particulares de posados que les dan sus mamis, papis y demás familia. Su mejor escaparate es la pantalla del móvil de su abuela y el Facebook de su tía o tío.
Desde pequeños experimentan transformaciones constantes, que, a veces, se hacen incomprensibles, pero siempre son a favor de la parte de la familia de quien observa, el parecido más cercano suele ser el suyo.
Hay bebés que nacen sin pelo, lo que provoca cierta inquietud entre sus progenitores, especialmente porque tardan bastantes meses en aparecer, pero, en cuanto les crece, suelen ser niños que tendrán un bonito pelo, en la mayoría de los casos rubio y frondoso.
También genera cierta inquietud cuando los bebes nacen con mucho pelo y lo van perdiendo con la aparición de calvitas en los parietales y zona de nuca. No es problema alguno, son niños que han nacido con parte del lanugo, o pelo que suele recubrir el cuerpo incluida la cabeza como protección de la piel dentro del útero. Normalmente lo pierden antes de nacer, pero no siempre, especialmente el del cuero cabelludo. Se va cayendo dando paso a lo que será su futura melena.
En cualquier caso la verdadera identidad del cabello en los niños no se define hasta que no empiezan a tener movimiento hormonal del aparato reproductor. Es muy característico que aparezca la grasa tanto en la piel, con los molestos y antiestéticos granitos, así como en el cabello, con la sensación de melena sucia y pegada el mismo día del lavado, incluso en cabellos rizados de naturaleza seca. Suele empezar en torno al año anterior dela aparición de la regla y de la formación de semen. En torno a los diez años.
En estos casos suele darse un problema, con el que me encuentro a diario en mi trabajo, niños casi adolescentes que no saben que les está ocurriendo, siguen lavando su pelo con champús infantiles, demasiado suaves para crear la eliminación adecuada de los ácidos grasos que empiezan a generar sus hormonas, y, en la mayoría de los casos, con el desconocimiento sobre el lavado correcto del cabello y cuero cabelludo. En la mayoría de los casos no presenta ningún problema, excepto lo antiestético que resulta la sensación de pelo sucio. Se soluciona eligiendo el champú adecuado o dando pautas para un lavado correcto desde la piel del cuero cabelludo hacia el cabello, eliminando de forma adecuada tanta acidez.
Pero hay casos en los que ese movimiento hormonal tiene un condicionante, normalmente heredado genéticamente, la influencia negativa de los andrógenos, es decir las hormonas masculinas, que puede darse tanto en chicas como en chicos y que puede provocarla alopecia androgenética, es decir la pérdida de cabello en la zona frontal y coronilla. Suele manifestarse a los 18 años, y actualmente tiene difícil solución. Son muchas las promesas de distintos centros de tratamientos pero suelen ser caras e ineficaces.
Hablo desde la experiencia y el conocimiento. Me gustaría decir otra cosa. Pero estoy segura que la solución se está gestando en centros de investigación dedicados a ello, y que, en un futuro próximo, veremos tratamientos realmente eficaces.
Estas líneas no dan para más en el próximo articulo seguiré hablando de la problemática del cabello y la piel en la adolescencia. Si quieres realizar alguna consulta puedes hacerlo en mi mail de ino@inopeluquerias.com o en el de la revista ayeryhoyr@gmail.com