La adolescencia no sólo es ese momento de inestabilidad emocional, mezcla de rebeldía e indefensión frente a tanta transformación hormonal como se produce. Los cambios de humor van acompañados de otros cambios físicos más profundos. De momento, nos encontramos con un hombrecito o una mujercita donde antes había unos niños.
Desde el momento en el que las hormonas se ponen en movimiento, incluso antes de que la regla o la eyaculación aparezcan, ya se activan las glándulas sudoríparas y sebáceas, produciendo olores característicos de los que hay que concienciar al adolescente para que adquiera unos hábitos de higiene más profundos y cuidadosos. Ellos no son conscientes de que su cabello, cuando no se elimina bien la grasa y el sudor con ese componente hormonal, adquiere un olor característico a grasa oxidada, y además suelen tener otras consecuencias como la descamación y la caspa que, aunque parezcan lo mismo, no lo son.
El exceso de grasa hace que el equilibrio del PH de la piel se altere, haciéndose más acida. Esa acidez irrita la piel, provocando una superproducción de células muertas, que se traduce en pielecitas que nos hacen pensar en la caspa. Si no pica el cuero cabelludo, no hay caspa, sólo descamación. Para evitar ese proceso, hay que buscar un buen champú que limpie profundamente y reequilibre el equilibrio de PH perdido, sin resecar. Si sienten picores, entonces sí hay que tratar el cabello con un anticaspa que haga un efecto oxigenante y antibacteriano. Este tipo de champú hay que utilizarlo sólo el tiempo de la infección, después es aconsejable un antiseborreico, que higienice bien la piel .
Otro de los problemas que provoca la acidez de la grasa es que si permanece en contacto con el cabello, produce deshidratación a lo largo de la fibra haciendo que las escamas de la cutícula se abran, perdiendo su composición y afinándolo, por eso es importante romper el mito de que lavarse el cabello demasiado es perjudicial para el cabello, si está sucio hay que lavarlo, sin agredirlo pero limpiarlo le ayuda a no deteriorarse.
Otro problema del cabello en la adolescencia es aprender a controlar el pelo rizado, que, además del exceso de volumen, presenta el mismo problema que ya he explicado anteriormente de descamación y caspa, pero en este caso por falta de los lípidos necesarios para equilibrar la composición, que, junto con el sudor, componen el manto ácido de la piel, que nos preserva de las infecciones como la bacteria de la caspa. La forma de tratarlo es aportarle la nutricióne hidratación que necesita para recuperar el equilibrio de la piel, y además ayudarle a que los rizos estén más jugosos y flexibles, controlando el exceso de encrespamiento y ofuscación que, en ocasiones, presentan este tipo de cabello.
Buscar un buen consejo profesional que les ayude a conocer su pelo, y les enseñe a cuidarlo, evita dar palos de ciego, gastando dinero sin efectividad.
Os emplazo a nuestro próximo número, donde os contaré el mundillo que rodea a la preparación de una BODA. Si quieres realizar alguna consulta puedes hacerlo en mi mail de ino@inopeluquerias.com .