Estoy segura de que si preguntamos a distintas personas cómo es su pelo, casi todos sabrían contestar y estarían seguros de acertar. Pues bien, hay estudios que demuestran que no es así. Y tú me puedes decir qué importancia tiene saber o no cómo es tu pelo, pues yo te digo tanta como tú le des a tu imagen. Es decir si te preocupa o no cómo cuidarlo.
Saber cuidar el cabello es relativamente fácil a partir de saber exactamente cómo es, en qué condiciones está y cuáles son sus cualidades para sacarle el mejor partido.
Lo normal es saber que puede ser seco, normal o graso, además de fino, medio o grueso, y rizado o liso. Es más difícil saber por qué el cabello se comporta de una forma u otra dependiendo de las cosas que le pasan, ya que es una parte más del cuerpo y tiene la misma naturaleza que la piel.
Debido a esto tiene una gran influencia en su estado la salud, los hábitos nutricionales, la actividad física, el tipo de vida, los movimientos hormonales y los medicamentos que tomamos. Por ejemplo, el estrés elevado y sostenido en el tiempo, debilita nuestro sistema inmunológico y produce uno altos niveles de cortisol, lo que provoca en el cabello una textura áspera y enrrabietada y un aspecto opaco y débil. Podría poner muchos ejemplos más como la influencia de la diabetes, la falta de hierro, etc, como elementos internos.
La polución, la falta de cuidados adecuados a su verdadera naturaleza, la utilización abusiva y sin protección de utensilios a altas temperaturas, los trabajos técnicos agresivos y de mala calidad, son sus grandes enemigos externos.
Lo bueno de saber qué le pasa exactamente te permite dar soluciones en la mayoría de los casos, hay grandes medios cosméticos hoy día.
Si, además, un buen profesional sabe hacer un buen diagnóstico y sacarle el mejor partido a las cualidades que cada cabello presenta, ya que cada uno tiene sus particularidades, puede facilitar que se vea más bonito y más lustroso.
Hay detalles que te pueden ayudar:
1.-Un cabello se considera graso cuando, después de lavarlo, según pasan las horas notamos cómo se va apelmazando, creando sensación de falta de movimiento y soltura, sin que intervenga ningún elemento externo, que le produzca esa apariencia. Hay que usar productos adecuados a esta peculiaridad.
2.- Los cabellos rizados son muy propensos a la deshidratación, y si, además, son muy densos y de rizo arrugado, suelen tener tendencia a constantes descamaciones y a tener zonas dermatíticas en la frente, detrás de las orejas y la nuca, son cabellos a los que les conviene oxigenarlos y liberarlos de tanta células muertas cómo acumulan.
3.- El cabello crece de 1 cm a 1,5 cm al mes y salvo que se tenga alguna enfermedad esa es la norma. Si no hay causa, pero no crece, hay que averiguar si está rompiéndose al peinarlo por deterioro de la fibra capilar.
Podría seguir pero no hay más espacio. Espero haberte ayudado a conocer un poquito mejor ese complemento tan importante de nuestra imagen. Si quieres realizar alguna consulta, puedes hacerlo en mi mail de ino@inopeluquerias.com